
Hace unos años llegamos a la conclusión de que la gente era bastante desagradable y en algunos casos extremos (pero no extraños) que eran unos hijos de la grandísima puta. Al mantener esa línea de pensamiento nos cargamos de un plumazo el contrato tácito que manteníamos con los musicales: que la gente buena y simpática se iba a poner a cantar sobre sus sentimientos, haciendo que los demás, la gente egoísta y digamos “no-musical” nos diéramos enterados de ellos. Con ello se fue al traste el género musical, que no sólo tuvo que soportar el desencanto del espectador sino que, entre otras cosas, se ahogó en el lodo de sus propios presupuestos; que excesivamente altos hicieron peligrar a más de una productora. Recordemos que uno de los últimos éxitos del Viejo Hollywood fue The Sound of Music / Sonrisas y lágrimas (1965), cuyos enormes beneficios y popularidad, hicieron que muchas productoras ya tocadas por el descenso de espectadores se metieran en una enloquecida carrera de películas y musicales carísimos que se convirtieron en la agonía del Hollywood clásico.

A partir de ese momento, sino antes porque Les parapluies de Cherbourg es de 1964, el musical entró en el terreno de la experimentación, y cuando digo experimentación quiero decir de directores como raros, como Alain Resnais que hizo la maravillosa On connaît la chanson (1997) donde un grupo de parisinos hacían playback de sus sentimientos con canciones de la chanson, o Dancer in the Dark (2000) con la Björk cieguita. Otra cosa que gusta mucho a los directores raros es hacer películas incomprensibles y poner en medio coloridos números musicales, que esto creo yo que viene de Pedro Almodóvar, que lo puso de moda. Así lo hizo, por ejemplo, David Lynch en la improbable Inland Empire (2006) donde en un momento bailaban dándonos un respiro de ver a Laura Dern, o el director del que hablábamos en el anterior post, Ming-liang Tsai el de Tian bian yi duo yun/ El sabor de la sandia (2005) cuya banda sonora me la pongo siempre para limpiar la casa, porque, la verdad, me parece una bizarrada digna de tener en el nanopod.

葛蘭 pues así es su nombre en chino, nació en 1933, es una actriz y cantante que participó en 33 películas en una carrera de 11 años. Educada como cantante de la ópera de Beijing acaba convertida en la Marisol del Maoismo en películas como “7 hermanas” (se debut en 1953), a partir del cual se labró una carrera como cantante ligera en la línea del mambo, y cha-cha. Aquí la tenemos en uno de mayores éxitos, en la película que le dio el sobrenombre de “Mambo girl”. Desde que oímos este tema en mi casa no dejamos de derramar el Dry Martini por las alfombras y paredes ¡¡cha-cha-cha!!...
Al final parece que la turba juvenil se la va echar encima y lincharla, pero la Chang consigue salir a hombros y todos felices... bueno, una acaba de mal rollo, pero porque es una pava. Ya ven que las películas, así a simple vista, mucha miga no deben de tener que no son otra cosa que puro divertimento para las masas socialistas chinas, pero que presentan una juventud que no esperábamos. Una juventud saludable, pues oye, cómo toda la juventud, divertida, sin complejos, sin armario, consumista, concenciada… En el siguiente clip la Chang sueña con sacarse el carnete de conducir y da sabios consejos a la altura de "la conducción tiene que ser como una flor de loto a la deriva en un tranquilo lago". ¡¡¡No corras, mamá!!!
En el video se la ve muy independiente con su carnet, pero conforme la Chang contrajo matrimonio sus apariciones en pelis se fueron distanciando y su popularidad declinado. Como cantante ha sido recuperada por directores como Ming-liang Tsai que utilizó, por ejemplo, la siguiente canción “Oh calypso!” en su peli Dong /The hole (1998) que creo que es esa en la que el protagonista se acaba follando a su propio padre en un cuarto oscuro gay sin que ninguno de los dos lo sepa (aarrrrrrrgggghh!!). ¡¡Ahivá que a lo mejor os he destripado la peli!!... La canción original salió en la peli china "Azafata de vuelo", con un argumento mucho más blanco que el anterior.
¡¡¡ Celebramos el post número 50!!! !!!Jajambooooooo!!!
Pd: De qué irán esas pelis que siempre siempre aparece alguien con mirada intrigante…
Ppd: Señor Ariel le contesto de inmediato…