
Esta película decepcionante cansa aún más al saber que Lynch es capaz –o mejor en pasado: ha sido capaz- de crear imágenes hermosas y turbias. Pero de esas imágenes tan conmovedoras como cargadas de humor – desde Cabeza borradora/ Eraserhead a esa joya del cortometraje que es The Cowboy and the Frenchman incluida en la película "Français vus par, Les"- ni hay ni rastro en INLAND EMPIRE –así en mayusculas, como quiere Lynch. No busquen la emoción de una historia turbadora o las poderosa escenografía kafkiana de la América profunda, nada. Tan sólo unos primeros planos aburridos y feos donde uno puede ver con todo lujo de detalle como Laura Dern interpreta de manera infantil la obra de teatro “Alicia en el país de las marvillas”en el reformatorio mental de Charenton - donde estaba ingresado Sade. Pero ni tan siquiera con eso consigue emocionar, ya que la pesadilla de Laura Dern queda sepultada por una gran cantidad de caspa y naftalina. Porque INLAND EMPIRE es una película que parece surgida de la noche de los tiempos, de los peores momentos de la cinematografía de los 60 –donde todo (el cine, el arte, la sociedad…) se iba a reinventar… para que todo siguiera igual. Es en este punto donde podemos enlazar esta obra –llamémosla “obra”- con toda una gran tradición cultural: la del “bluff” intelectual. Ese tipo de películas que aún adscribiéndose a un género, estilo, o corriente artística, y siendo correctas dentro de él, pues como que no tienen gracia, son como versiones desaliñadas, deslabazadas de grandes éxitos. El surrealismo cinematográfico tiene un montón de ellas. Por ejemplo, continuamos temblando con Un perro andaluz / Un chien andalou de Buñuel pero nos parecen un pastiche snob La concha y el clerigo / Coquille et le clergyman, La de Germanie Dulac o La bella y la bestia / Belle et la bête, La de Jean Cocteau. INLAND EMPIRE encaja dentro de esta tradición, es una película de museo de arte moderno, de hecho, diría que de museo de arte moderno aburrido –los hay que son una especie de parques de atracción culturales del capitalismo. ¿Y dentro de que corriente se adscribe INLAND EMPIRE para ser un pálido reflejo de una buena película?. Pues dentro del género de uno mismo y su mecanismo. Es decir, INLAND EMPIRE es una mala película de vanguardia – que nadie espere buen cine americano de vanguardia, que haberlo lo hay- dentro del género lynchiano. O como dijo Javier Cortijo de El Mundo: “el de Missoula ha echado literalmente el resto y (…) se ha auto homenajeado a conciencia y demencia”. No haremos una listado exhaustivo de los lugares comunes del “de Missoula” pero salve decir que en la película excepto un enano que hable al revés está todo Lynch concentrado –y algún robo a mano armada: Fellini- como si fuera un resumen de una gran novela para el Reader Digest.
La película, en fin, se puede considerar como un canto indirecto a la figura del productor. Porque está claro que los productores de cine son señores disparatados, constructores enriquecidos, presidentes de algún club de balompié, ex concejales de urbanismo, mafiosos de largos puros que dicen cosas como “yo no sabré lo que es arte pero sé lo que me gusta o no”. O en su vertiente americana, los productores son robots programados por las multinacionales que cargados de estadísticas desean encontrar la película perfecta para todos los gustos: “que el protagonista sea un héroe masculino sin fisuras, la chica del protagonista actué como una zorra que no sabe andar con tacones y que el gracioso amigo negro del protagonista muera en su último día de servicio”. Pero mi pregunta es, ¡¡¡Dios Mio!!!, en este mundo ultracapitalista ¿¿¿no somos todos un poco así???... No somos unos nuevos ricos resentidos sin la más mínima cultura, gente llena de prejuicios, ignorantes que sólo deseamos hora y media de una necia diversión que reafirme nuestras escasas ideas. Y si, tal como creo, somos millones, ¿¿¿POR QUÉ NADIE LE HA PARADO LOS PIES A DAVID LYNCH???. ¿¿¿Eh???. En una película fetiche de Minnelli como es Cautivos del mal /The Bad and the Beautiful dicen una frase estupenda refiriéndose a la relación director – productor, en la que se deja claro que el comerciante y el artista no tienen que entenderse, sino que cada uno tiene que hacer su trabajo: “Las mejores películas de Hollywood han surgido de la colaboración personas que se odiaban entre si”. A partir de INLAND EMPIRE – y su terrible segunda parte- está claro que a Lynch no le faltarán colaboradores que piensen que es un ser odioso. Apúntenme en esa lista.
PD: Si quieren ver alguien que no sé si revolucionará el cine pero que por lo menos no lo dejará morir de asco agénciense Gummo o Julien Donkey-Boy de Harmony Korine –por cierto su última peli Mister Lonely esta en posproducción, entre los personajes de la película están Michael Jackson, Marilyn Monroe, The Queen of England, James Dean, Charlie Chaplin, Abraham Lincoln, y Little red riding hood …vamos, todos el mundo que es alguien en la historia, el espectáculo.. y eso…