Tuesday, May 1, 2007

"Huppertiada" un criticazo de GABRIELLE













Jean (Pascal Greggory) es un rico industrial que vive confortablemente en el milimétrico mundo de la alta burguesía parisina: su negocio crece prósperamente, sus veladas musicales de los jueves son un éxito, y las máquinas de su fábrica hace tiempo que no han sufrido ningún ataque luddita. Este es un ambiente en el que reluce su esposa, Gabrielle (Isabelle Huppert), una mujer culta, sin pretensiones desmedidas y que posee opiniones formadas pero discretas. Un día Jean regresa a casa y se encuentra una nota: “Manolo, la cena te la haces solo. Me voy con uno que he conocido”. Jean grita “¡¡ Mon Dieu !!” y Gabrielle, con un pie en el estribo del tren, recula y vuelve a casa creando una situación tan dramática como estúpida.







Dos maneras de tirar por la calle de en medio decimononicamente hablando






Patrice Chéreau, el director de Intimidad o La reina Margot, crea con este argumento un drama distanciado, al estilo de los que hacía Fassbinder, marcado aquí por el contraste entre la ambientación decimonónica que requiere la historia y los recursos del cine experimental con los que el director nos la cuenta: que si te paro la imagen, que si te sobreimpresiono una frase (“Manolo” “cena” “solo”). Así como el contraste entre los candelabros, los crepes, la vajilla nueva, y unos diálogos claramente contemporáneos, en un decir modernista y agrio que tanto gusta a la Huppert. Como cuando el marido pregunta (nunca preguntes lo que no quieras saber):

- Gabrielle, querida, ¿por qué hace tiempo que no hacemos el amor?
- Porque la idea de tu semen dentro de mi me repugna
[literalmente].





Bueno, ya sabéis, esas barbaridades que la gustan decir a Isabelita Huppert en el cine, que a esta no se le pudre nada en la boca. Junto a la Huppert, reluce la actuación del mostachudo Pascal Gregory, que siguiendo en la línea del melodrama distanciado, se paso media película actuando como si fuera un busto decimonónico y la otra media como si fuera un retrato de medio cuerpo de si mismo. La Huppert, magnifica hasta ganar la Leona de Oro 2005-2006 de Venecia, no dejaba sin embargo de hacer de la Huppert. Esto es, se comportaba como si fuera una figurita de Lladró cabreada.

Por si no ha quedado claro, la disfruté (la Huppert nos pone). Aunque por otro lado, comprendo las razones por las que en internet dicen que es “una pretenciosa y agobiante pérdida de tiempo”, porque otra cosa no, pero era más francesa que un queso fuerte. Una película de esas que hablan en prosa y que cuando se peleaban (la mayoría del metraje) daba gusto. Que no era esa cosa de dejarse llevar por los nervios y gritar “¡¡ Que te calles ya ostia !!, ¡¡¡ que me estas poniendo la cabeza como una puta olla, una PU-TA-O-LLA!!!”. Que va, aquello, más que una agarrada, era una sinfonía de Mahler, donde los sentimientos pasaban, se transformaban y volvían con sutiles variaciones:

Querida, mis sentimientos de odio son los propileos para un profundo asco que nace, bílico, en el fondo de mi alma, y que sin embargo no logra apagar mi continuo asombro: Mon Dieu, Mon Dieu y mil veces Mon Dieu.





La película que estaba basada en la novela The return de Joseph Conrad – y se notaba: era como leer un libro pero sin que se te canse la vista-, y que intentaba imitar los meandros de la novela de Proust, o eso dicen (http://www.labutaca.net/films/48/gabrielle2.htm ), me pareció que estaba bastante bien, vaya. Un producto para amantes de lo francés, del melodrama distanciado y de la lectura de novelones decimonónicos en las lluviosas tardes de otoño. Cualquiera que no practique estas filias que huya como alma que lleva el diablo.

Para las especialistas en cine y pintura: la inspiración en los cuadros de Degas, llenos de mal rollo decimononico y de lamparillas de gas es más que evidente (se nota que su director de fotografía, Eric Gautier, se ha pateado el Louvre de arriba abajo, especialmente el piso de “Glorias Francesas”).





2 comments:

Anonymous said...

nacho no sabes lo que me gusta leer tus criticas aqui despues de un tiempo, como ya he dicho varias veces no se porque pero no soporto el cine frances aunque a lo mejor fue solo el trauma que pille con la nouvelle vague, de todas formas me estan entrando ganas de ver esta peli,que la huppert en realidad me mola,o no, es atraccion-repulsion, aunque sin esas entranyable toses de ultima fila, y los asientos cochambrosos... igual la veo doblada al aleman y ya me suicido directamente.besos mil

Anonymous said...

Pues parece que habrá que ir a verla. Isabelle Huppert me gusta mucho, me parece una mujer muy atractiva, subapartado bellas turbias y retorcidas, y creo que mejora las películas en las que interviene. Tu definición como "una figurita de Lladró cabreada", me parece cruel y malévola, pero sorprendentemente ajustada, con esta especie de apariencia frágil capaz de la mayor obscenidad que tiene la Huppert. Y sí, no me imagino la frase del semen en boca de ninguna mujer decimonónica, por muy francesa que fuera (en boca de la Huppert sí, en cualquier situación). Anoto lo de la pintura. Además Degas es uno de mis pintores favoritos y el cuadro que has puesto, La violación, siempre me ha parecido extraordinario, con esa mirada implacable que aporta Degas, el modo en que el hombre frío e impasible se apoya en la puerta, la niña encogida en sí misma intentando sostenerse y no desfallecer. Terrible.